Muchas personas que acuden a Taltix y desean sistemas de alarma antirrobo mediante radiofrecuencia confunden las etiquetas RF con las RFDI. Comúnmente, usan la palabra RFDI para designar a ambas, pero funcionan de forma distinta: las etiquetas RF envían una señal sencilla y señalan al receptor la presencia de algo, en cambio, las RFDI envían señales más complejas y dan una identificación única a los productos donde se adhieren.
Etiquetas RF
Para es importante que las conozcan. En el caso de las RF, son sencillas y se usan para la vigilancia electrónica de artículos. Las etiquetas son similares entre sí y ninguna identifica a los artículos donde se adhieren. Se diseñan para activar una alarma antirrobo cuando hay intentos de robo, no obstante, el mecanismo no detecta el artículo específico que se hurta, solo el acto mismo. Pueden encontrar etiquetas duras y adhesivas, además modelos básicos y avanzados.
Son conocidas también como etiquetas sin chip y operan según el principio de alta frecuencia y requieren arcos antirrobo, que son una garantía de seguridad. Al pasar un ladrón por los arcos, la etiqueta activa el sistema. Son ampliamente usados en la industria textil y alimentaria. Encontrarán no solo etiquetas, también pines de seguridad, que pueden fijarse bien en calzado, ropa, productos de ferreterías, libros, entre otros.
El arco de seguridad para tienda utilizado posee una intensidad de radiofrecuencia muy baja, pero incrementa cuando el portador de la etiqueta atraviesa la zona de detección, lo que activa la alarma. Las etiquetas RF son las más extendidas en tiendas, poseen precios competitivos y brindan una mayor rotación de los productos. Su fiabilidad oscila entre 85 y 90%, además no perjudican la estética del producto. Con etiquetas rígidas, la distancia máxima entre las antenas del arco es de 1.80 metros.
Requieren dos antenas: una receptora y otra emisora. Entre ambas se produce un flujo de campo en equilibrio a 8.2 MHz, que se interrumpe cuando es atravesado por una etiqueta sin desactivar en la caja. Las etiquetas pueden funcionar como una solución combinada, es decir, proporcionar protección antirrobo y etiquetar los precios. Su material tiene un grosor muy reducido, por tal motivo, son poco visibles. Su aplicación es flexible, ya que pueden adherirse bajo las etiquetas de la mayoría de los productos.
Etiquetas RFID
Son etiquetas más avanzadas y se utilizan para identificar los productos donde se colocan. La señal de radio que pasa del producto al receptor posee un identificador codificado digitalmente. La señal detectada por los receptores, al activarse las etiquetas, posee una identificación con información, como código de barras, nombre del productos, entre otros. El escáner del sensor se conecta a una computadora, que se encarga del resto.
A diferencia de las etiquetas antirrobo RF, suelen funcionar a distancias más cortas. Algunos ejemplares deben conectarse junto a un dispositivo lector y otros funcionan a distancias de 10 cm o menos. Son usadas ampliamente en librerías y tiendas de ropa. Facilitan la identificación y localización automática de mercancías, animales e incluso personas, lo que ahorra tiempo y esfuerzos, optimiza los flujos de trabajo y aumenta la productividad.
Son dos los tipos de etiquetas RFID disponibles: pasivos y activos. Las etiquetas pasivas son las más simples y, en vez de integrar baterías, responden a las ondas de radio entrantes del transmisor o escáner para funcionar y tienen suficiente potencia para activar el chip de la etiqueta. Comúnmente, envían y reciben señales a solo pocos centímetros, lo que los diferencia de las etiquetas RF, que son de gran alcance.
Por otra parte, las etiquetas RFID activas integran baterías pequeñas y chips más sofisticados, además envían y reciben señales a mayores distancias. Sus principales componentes son:
- Capta las ondas de radio entrantes y las envía de regreso.
- Contiene un código único para identificar un artículo en particular.
- Se trata del material al que son fijados el chip y la antena. Comúnmente, son de plástico o papel.
La mayor parte de las etiquetas RFID es ocupada por la antena, que tiene la forma de circuitos ovalados alrededor del borde. Es importante que sea grande, ya que no integran una batería, además, de esta manera, capta mejor las ondas de radio del transmisor para transformarlas en energía que alimente al chip. El último es muy pequeño y, en algunos casos, es más diminuto que la punta de un lápiz.
Comúnmente, las etiquetas RF son más pequeñas y simples. En vez de requerir un chip para generar el código único de identificación, se limitan a recibir las ondas de radio entrantes y retransmitir la misma energía electromagnética a distinta frecuencia.
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