Cuando se piensa en etiquetado de origen, suele pensarse en la colocación de etiquetas en fábrica para dar seguimiento a los productos y asegurar su trazabilidad, principalmente, los del sector alimentario, no obstante, igual se refiere a la colocación de etiquetas antirrobo, lo que puede hacerse en una gran variedad de productos, incluida la ropa. Se trata de una excelente opción para agilizar operaciones, que es posible gracias a dos tecnologías que vale la pena conocer: AM (acustomagnéticas) y RF (radiofrecuencia).
El etiquetado de origen con etiquetas antirrobo para ropa
Hay muchas marcas que cuentan con boutiques o tiendas departamentales donde ofrecen sus productos, usualmente en centros comerciales y zonas de altos ingresos, por ejemplo, Zara, Bershka, Pull&Bear, Adidas, entre otras. En estas suelen colocarse etiquetas de diferentes tipos y tamaños (ya sean rígidas o flexibles, adhesivas o con pin, entre otros) una vez que las mercancías llegan a la tienda para evitar que sean hurtadas.
Hasta aquí todo bien, pero hay algunos usuarios a los que les resulta molesto colocar las etiquetas en cada producto. Esta labor suele delegarse al personal, pero requiere de mucho tiempo y esfuerzo que es preferible dirigir a otras actividades, por ejemplo, la atención al cliente. Mediante una implementación del etiquetado en origen, las empresas pueden saltar este paso sin que la seguridad de sus bienes resulte vulnerada.
Hay otra razón por la que cada vez más boutiques de ropa optan por el etiquetado de origen: elimina los errores humanos durante la colocación de etiquetas en tienda. Existen incluso casos en que los empleados deshonestos colocan de forma incorrecta las etiquetas para facilitar su robo por algún cómplice o por él mismo.
Como mencionamos, las etiquetas antirrobo se colocan en fábrica, es decir, antes de llegar a la tienda. Esto mejora notablemente la cadena de suministro y facilita la exposición inmediata de los productos, haciendo que estén listos para sus ventas. Esto igual hace que el personal no tenga que enfocarse periódicamente en actividades repetitivas. A ello se suma que se evita la verificación del funcionamiento de cada etiqueta en tienda, lo que igual requiere mucho tiempo. Esto se debe a que en fábrica son activadas y probadas, asegurando una seguridad uniforme para todo el lote.
En el caso de las grandes tiendas, no es necesario que inviertan demasiado en otros sistemas antirrobo o en personal de seguridad adicional para cubrir cada uno de los puntos ciegos en tienda. Consideren que la ropa y productos de moda suelen ser fáciles de hurtar, debido a su forma, pero con el etiquetado se garantizará un libre flujo en la boutique, evitando molestar a las personas si parecen sospechosas, lo que puede hacer quedar mal a la marca, por ejemplo, por discriminación indirecta.
Si bien el etiquetado en tienda es en cierta medida efectivo si se colocan bien, el etiquetado en origen logra disminuir los robos hormiga, lo que es relevante considerando que estos llegan a representar hasta un 30% de los ingresos. A ello se suma que facilitan la gestión de inventarios y permite reposiciones rápidas.
Tecnologías AM y RF para ropa y productos de moda
Sin importar la tecnología utilizada en el etiquetado de origen, esta depende de los siguientes componentes para su funcionamiento:
- Puede ser un sistema mono antena o con dos antenas, en la que una actúa como receptora y la otra como emisora. Las antenas se colocan en las salidas para que, al pasar un artículo que no fue pagado por ellas, se efectúe la detección y se dispare la alarma, ya sea una señal acústica u óptica. Es importante que las antenas sean de alta calidad para evitar los hurtos hormiga.
- Las etiquetas se fabrican con diferentes soportes y su función es la activación de las alarmas al acercarse a las anteriores. Los modelos de etiquetas que suelen usarse son varios, como duraltag, mini tag, slide tag y super tag.
- Su finalidad es desactivar las etiquetas, ya sea de forma manual o automáticamente.
Con respecto a las tecnologías utilizadas, son las siguientes:
Sistema de radiofrecuencia
Esta tecnología establece un campo acústico entre un receptor y emisor de ondas, cuyo tipo y frecuencia es similar. Una vez que la etiqueta entra en el campo, la alarma se activa, causando una suma de frecuencias y, por ende, un campo variación que detecta un circuito canalizador. Básicamente, el sistema RF funciona con pedestales o arcos entre los que se crea un flujo equilibrado de campo electrostático de 8.2 MHz. Cabe agregar que funciona a distancias cortas y son los que mejor funcionan en el etiquetado de origen por su variedad de diseños.
Sistema acustomagnético
En este caso, suelen ser etiquetas que resuenan a 58 kHz. Mediante una propiedad física conocida como magnetostricción, el material de la etiqueta se encoge y estira al quedar dentro de un campo magnético alterno. La ferrita de la etiqueta tiene esa propiedad, por lo que vibra al llegar a una frecuencia de 58 kHz. Al vibrar, se produce un eco magnético escuchado por el sistema de antenas, alertando así la proximidad de una etiqueta no desactivada. Destaca por su amplia recepción (entre 1.6 y 2.5 metros), algo ideal para grandes boutiques. Además, destaca por su resistencia a impactos, ya que se fabrican con aluminio y metacrilato.
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