El fraude interno es en realidad un tipo de abuso por parte de los empleados hacía la confianza del empleador; esto a través de un conjunto de actividades que tienen por objetivo inflar un poco el perfil de gastos al robar mercancía y así ganar dinero extra al revenderla en el mercado negro o simplemente llevarse un artículo para su beneficio propio o el de algún conocido o familiar. Este fenómeno afecta a la mayoría de las empresas y es otra fuente de costos innecesarios que hay que corregir cuanto antes con estrategias como el etiquetado de origen.
Y es que debido a que el proceso de revisión de cada producto y la instalación de sus respectivos sensores antirrobo en el punto de venta es tardado y tedioso, genera brechas de oportunidad que son aprovechadas por el personal fraudulento para hacerse con parte del stock, haciendo que las ventas no suplan las inversiones y genere un déficit importante en su estado financiero. De esta forma, podrán realizar el inventario saltándose algunas referencias o registrar compras que en realidad no tienen su equivalencia en efectivo.
La variedad de trucos probados es interminable por lo que lo mejor es estar preparado ante cualquier cosa con diferentes herramientas, entre ellas, las etiquetas antirrobo que se instalan desde el momento de la fabricación del producto, garantizándole la seguridad de su inventario en el instante en que llega la mercancía a su punto de venta hasta que es comprado y entonces el sensor se erradica con el sistema especial que le proporciona su proveedor, en este caso, Taltix.
¿Qué tipos de fraude interno existen?
Fraude de inventario
En este caso, el fraude se da porque los empleados registran un elemento menos en el inventario de los que en realidad llega a los puntos de venta; de este modo, esa referencia que no se registra es robada por los trabajadores para su beneficio personal, bien sea utilizando el producto como vendiéndolo en el mercado negro.
Fraude por compra falsa
Es un delito que un empleado compre un producto, como un cargador de teléfono celular, sin la aprobación previa de la empresa. En tales casos, el fraude implica no solo la compra, sino también el hecho de que no se haya utilizado un canal determinado y el costo se refleja en los libros contables, aunque el pago realmente no exista.
Consecuencias económicas y no económicas
Implicación económica
Los costes económicos del fraude interno en las empresas son los que se evalúan de forma más directa. En este sentido, los reportados ascienden a un salario mensual extra por empleado al año.
Implicación no económica
El fraude interno de la empresa provoca otras consecuencias negativas. En primer lugar, la disminución de la competitividad, puesto que la pérdida de dinero significa un aumento en el costo del producto o servicio brindado, lo que representa una menor confianza de los clientes.
En segunda instancia, es difícil tomar decisiones estratégicas para la empresa porque si información como la contabilidad de costos se «abulta» por fraude interno, afectará la calidad de las estrategias puesto que en el papel las ventas aumentan, cuando en realidad estos datos se sesgan.
Otra consecuencia es un empeoramiento del clima laboral, ya que el fraude interno generará situaciones de violencia entre los empleados (desigualdad, sentimientos de injusticia, etc.), y esto puede afectar la motivación y productividad de los trabajadores.
Finalmente, otra consecuencia es cómo afecta esto a la reputación de la empresa. En otras palabras, la falta de control, prevención y detección del fraude interno, si se descubre, puede afectar negativamente el ranking de la compañía e incluso la confianza de los inversores, clientes o proveedores.
¿Cómo afrontar el fraude interno?
En primer lugar, debemos tener claro que la no tolerancia al fraude interno es una premisa básica que toda organización debe seguir. La actuación firme e inmediata de la empresa ante estas situaciones es la mejor medida de prevención y sin duda la decisión empresarial más acertada cuando se trata de perder la confianza de los empleados.
Recuerde que el primer aspecto que toman en cuenta los empleados que cometen fraude es la oportunidad, es decir, la brecha de espacio y tiempo en el que tiene la posibilidad de acceder a los artículos sin vigilancia y extraerlos ilegalmente de la compañía.
Por ello, es importante prevenir este tipo de situaciones de modo que si se llega a presentar estos casos se eviten a tiempo y no pasen a mayores. Para esto, es imprescindible que implemente el etiquetado de origen de forma que desde el principio de la cadena productiva hasta la venta se mantenga la seguridad y trazabilidad.
Este es uno de los métodos más útiles, en especial si lo combina con antenas de seguridad y alarmas antirrobos repartidas por la zona de inventario; si desea conocer otra información del etiquetado de origen contáctese con nosotros llamando al (55) 5592 6774, (55) 5533 4822 y (55) 5546 1904, escribanos al correo hola@taltix.com o al chat de WhatsApp +52 (55) 2714 9836.