Es domingo, el día de consentirse y dedicarte el tiempo que entre semana te hizo falta para poder tener ese rico baño de burbujas que te prometiste cuando compraste esa deliciosa esencia de vainilla con canela, de preparar con calma unos suculentos panqueques con chispas de chocolate para el desayuno y comerlos mientras ves en la televisión el nuevo capítulo de la serie que te ha atrapado desde hace varias semanas.
Después de una mañana relajada, te ha dado un poco de hambre, pero con pereza de cocinar algo para la comida, por lo que decides salir al centro comercial para buscar ese sushi que se te antojó el otro día, y ¿por qué no?, pasar a las tiendas de ropa y ver qué se te pega por ahí; nunca falta el pantalón con el nuevo corte de moda, o la blusa que combina con el sombrero que adquiriste la semana anterior.
Después de pasear un buen rato por tu tienda favorita, te decepcionas al ver que no encontraste algo que te llene el ojo, por lo que ya vas de regreso a casa. Tu calma se ve atentada cuando, al salir de la tienda, una alarma suena sin cesar a tu paso por los sensores de seguridad para ropa, el guardia de seguridad se acerca a ti y toda la gente te mira como si fueras un delincuente de primera categoría. Después de aclarar la situación, y ver que no tienes la más mínima intención de llevar algo a casa sin pagarlo, sales de la tienda con un poco de vergüenza preguntándote por qué ha sucedido lo anterior…
En este artículo respondemos a esa duda, explicando cómo es que funcionan los sensores de seguridad para ropa y por qué a veces las falsas alarmas te pueden sorprender. Los de uso más común en las tiendas, son aquellos que funcionan con base en las microondas. Seguramente te has topado en alguna prenda con una etiqueta de plástico que es más dura que las otras; es ésta la responsable de evitar los robos en las tiendas, y es colocada en la ropa a través de una máquina especial que las hace prácticamente imposibles de quitar.
Se llaman etiquetas acustomagnéticas y se componen de unas bandas magnéticas que están cubiertas por un plástico, que aunque parece ser usada sólo como protección, es el verdadero secreto para que la etiqueta funcione, ya que el plástico ayuda a funcionar como “antena” y activar a las microondas en caso de que se esté cometiendo un robo.
Las bandas magnéticas de la etiqueta tienen una carga de imantación desde su fabricación, la cual es desactivada en el momento en que se pasa por la caja para pagar. Mientras la prenda pasa por el código de barras tradicional, se escucha un pequeño “beep” debido a que el código emite un pequeño pulso magnético al ser detectado por el láser, y por lo tanto es dado de baja en el sistema de inventarios, registrando su salida.
Mientras tanto, en el acceso de entrada y salida de la tienda se ubican dos antenas: una transmisora y otra receptora, las cuales generan un campo magnético. La primera se encuentra emitiendo pulsos magnéticos de manera constante, a una velocidad de cien pulsos por segundo; estos pulsos se conectan con la etiqueta gracias a las bandas magnéticas y el plástico que las cubre (que agiliza el proceso), y finalmente llegan a la antena receptora, completando un circuito. Mientras la prenda esté dentro de la tienda, el circuito será completado en orden sin activar ninguna alarma.
Sin embargo, si el artículo que tenga la etiqueta es sacado del establecimiento, entonces se altera el circuito, y al momento de cruzar el campo magnético que existe entre las antenas emisora y receptora, se genera algo llamado eco magnético; este eco es detectado de manera inmediata por la antena receptora y hace sonar la alarma. Para que esto no suceda, es necesario que ocurra un proceso similar al explicado en el párrafo anterior acerca del código de barras. Si la etiqueta pasa por la caja, habrá una descarga magnética que va a desactivar a la banda imantada de la etiqueta acustomegnética.
Este tipo de sensores de seguridad para ropa son preferidos por las tiendas debido a su sencillez, pues no requieren de un proceso aparatoso para desactivarlas y basta con el hecho de ser pasadas por la caja de pago, ahorrando tiempo en el proceso de venta y haciendo más ágil el servicio. A su vez, resultan una solución discreta al problema de intento de robo de mercancía, lo cual hace que sean útiles en los productos más pequeños y además, sean desapercibidos por las personas con intención de hurtar. Finalmente, una de las mejores cualidades de estas etiquetas, es que son muy económicas, por lo que representan una inversión menor.
En ocasiones los sensores llegan a sonar debido a que los paneles pueden dar positivos falsos por una pequeña falla en el sistema, o por algún problema de calibración en el imantado de la banda. Sin embargo, son pocos los casos, y valen la pena en lugar de que no sea detectado algún robo.
En Taltix fabricamos de todo tipo de sensores de seguridad para ropa, ya sean etiquetas o pines, así como antenas detectoras para garantizar la seguridad de las tiendas de comercio al detalle. Dado que trabajamos con la mejor tecnología y la calidad es nuestra prioridad, puedes estar tranquilo de estar libre de falsas alarmas y evitar aquellos ecos magnéticos. Esperamos que esta información haya sido de tu agrado y utilidad.