Una de las situaciones que traen más problemas a los comercios es el robo; diariamente entran cientos de personas a los establecimientos comerciales, plazas, almacenes o supermercados, sin intenciones de comprar o se llevan un artículo de mínimo precio, pero esconden bajo su ropa o en bolsas o mochilas mercancía de mayor valor económico; las alarmas para ropa, utilizadas en la mayoría de los negocios, son de gran ayuda para prevenir el robo de mercancía.
El tipo de robo considerado por el consumidor como el menos dañino, es el robo hormiga, que consiste en robo de mercancía de bajo valor económico, pero que en volumen suponen pérdidas millonarias para las cadenas comerciales. Sea cual sea el tipo de robo, este muchas veces se motiva por la frustración, el enojo contra los consorcios comerciales, la depresión, o el placer de la adrenalina de robar, ya que la mayoría de estos robos no se cometen por hambre.
En muchas ocasiones, el ladrón que roba ropa, accesorios, maquillaje, perfume, discos o artículos de uso personal -robos que corresponden al 70 por ciento de los casos de robo en establecimientos comerciales, y solo el 30 por ciento se divide en alimentos, artículos para el hogar y electrónicos-, lo hace para obtener dinero fácil, ya que suelen ser revendidos al exterior, a precios mucho más bajos.
Algunos datos de interés sobre los robos en establecimientos comerciales:
- Los ladrones “hormiga” más frecuentes son hombres, con un 60%, aunque también hay casos de mujeres y niños.
- Las mujeres suelen esconder los productos robados debajo de su ropa.
- Una estrategia es cambiar las etiquetas de productos baratos, a caros, aunque el etiquetado por código de barras permite captar esta situación en cajas.
- Algunas personas utilizan aluminio para envolver la mercancía robada y evitar las alarmas.
- Las mujeres suelen utilizar a bebés llorones para distraer a los vigilantes y escapar del establecimiento.
- Los ladrones expertos en robo a centros comerciales andan en grupos de hasta diez personas y cargan productos electrónicos y gran cantidad de mercancía, y mientras unos distraen al personal de seguridad, otros huyen con la mercancía robada y suben a vehículos en marcha que los esperan listos para huir.
- La mayoría de los robos son pequeños, con cosas fáciles de ocultar y que los ladrones piensan que pasarán desapercibidas, o que en caso de ser descubiertos, podrán liberarse de consecuencias graves.
- Los ladrones impulsivos roban sin planear, quizá no era su intención consciente y suelen ser sorprendidos y mostrar sentimientos de culpa y vergüenza, mientras que el ladrón ocasional es el que ha robado anteriormente y que roba por reto o porque surge la oportunidad.
- Los ladrones profesionales suelen justificarse con argumentos sociales y ataques contra los grandes consorcios, culpándolos de las condiciones sociales o desiguales de la sociedad.
Sea cual sea el perfil del ladrón, las causas que lo motivan o el monto de lo robado, es indispensable contar con medios de seguridad para prevenir el robo; entre los más efectivos son las alarmas para ropa, que utilizan sensores y sistemas de etiquetas, que pueden colocarse en otros productos como accesorios, alimentos, herramientas, etc.
Además se recomienda complementar con sistemas de circuito cerrado, guardias a la puerta de entrada y personal de seguridad circulando por los pasillos; además, en las tiendas de ropa se recomienda colocar sensores a la salida de los probadores para asegurarse de que la persona que entra no lleva más prendas de las que declara, ni sale con menos de las que entró. La misma situación se recomienda en los baños, pues se han dado casos de personas que antes de traspasar la salida y los sensores de seguridad, se mete a los baños y esconde lo robado debajo de la ropa, o se pone las prendas antes de salir para que no sean encontradas en sus bolsas.
Del mismo modo se puede detectar a los farderos, las personas que esconden la mercancía entre sus ropas y que suele operar en equipo, ya que se ha detectado que la mercancía favorita para el robo son las de vestir, ropa como vestidos de fiesta, trajes, accesorios y demás prendas que saben que podrán vender con gran facilidad, especialmente si es original y cuenta con las etiquetas de la marca, ganando de manera fácil una buena cantidad de dinero.
Debemos estar conscientes de que muchas veces las alarmas para ropa, no eliminan del todo los casos de robo en las tiendas, pero sí los reducen; diversos expertos en temas de seguridad indican que contar con sistemas de etiquetado y sensores ayudan a reducir el robo en más del 70%, especialmente cuando se cuenta con medios visibles y cámaras de seguridad, ya que el ladrón se da cuenta de que puede ser descubierto con facilidad.
Hoy en día existen muchos tipos de etiquetas para ropa, accesorios y alimentos, como las adheribles y desechables, que tienen códigos de barras y también son de ayuda para el proceso de inventario y almacén; están las etiquetas de radiofrecuencia, las electromagnéticas o las acústico-magnéticas, que lanzan alarmas potentes al tratar de escapar del establecimiento sin pagar. Encontramos también desactivadores de alarmas, que apagan la alarma unida al producto desde la fábrica y que impiden el robo de forma efectiva.
Son muchas las opciones que se pueden implementar para e etiquetado de productos y que pueden ayudarnos a combatir el robo; las estrategias integrales, en las que se implementan dos o más soluciones son las más eficaces en la lucha contra el hurto, especialmente de artículos pequeños.
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