Una de las principales preocupaciones de los propietarios de negocios dedicados a la venta de productos es la protección de su propiedad. En tiendas, locales e incluso oficinas se buscan maneras de reducir los robos de mercancía y la salida de inventario sin que haya sido debidamente cancelado, y una excelente solución es implementar el uso de una alarma antirrobo, diseñadas especialmente para satisfacer las necesidades específicas de cada negocio, como los que ofrecemos en Taltix.
Hasta hace algunas décadas se podía poner en duda la efectividad de los sistemas antirrobo basados en alarmas para los negocios, pues en muchas ocasiones se activaban por error. Sin embargo, gracias a los avances tecnológicos, los sistemas que se encuentran disponibles en el mercado hoy en día cuentan con elementos electrónicos de alta capacidad para detectar la salida de mercancía sin posibilidad de que cometan errores, lo que los hace ideales para colocarse en las puertas principales del negocio, o bien, en los umbrales de paso a áreas restringidas de lugares donde se comercializan productos de pequeño o mediano tamaño.
Un sistema de alarma antirrobo resulta una excelente inversión en negocios que quieren evitar la pérdida de mercancía y especialmente para aquellos que ya han perdido un importante volumen de productos a causa de los robos. Determinar si vale la pena invertir en una solución de protección de la propiedad de este tipo es bastante sencillo, sólo es necesario dividir el coste total de las pérdidas que se han sufrido por el robo entre el costo del sistema diseñado especialmente para impedir la pérdida por hurtos.
Después de realizar este cálculo, probablemente la mayoría de los propietarios de negocios comerciales pueden justificar la inversión en sistemas antirrobo, especialmente aquellos cuyos negocios se dedican a los sectores de moda, perfumería, electrónica, alimentación y ferretería, pues estudios han demostrado que son los más afectados por hurtos externos e internos causando importantes pérdidas.
La alarma antirrobo, por la tecnología innovadora en la que basa su funcionamiento, es altamente confiable, pero para que una solución de protección basada en ella resulte efectiva, es necesario que se elijan cuidadosamente los elementos que la componen y detalles de su instalación, desde los elementos de identificación de productos que activen las alarmas hasta los lugares en donde se colocarán las alarmas. En este punto es necesario recordar que la pérdida de mercancía a causa de hurto no siempre es externa, en muchas ocasiones los mismos empleados del establecimiento son los que extraen artículos sin autorización, por ello puede ser conveniente no únicamente colocar elementos de protección en el área por la que entran y salen los clientes, sino también en las puertas de acceso para el personal.
La tecnología con la que funcionan las alarmas antihurto consiste en sensores que activan las sirenas de alarma cuando detectan la presencia de barras o chapas que se incorporan a los productos con el fin de identificarlos. La desactivación de estas barras o chapas se hace a través de un dispositivo especial, por ello, cualquier persona que intente sustraer artículos sin contar con la autorización, activará la alarma al pasar por las barras de seguridad, que son las estructuras en las que se integran los sensores que acabamos de mencionar. Esta solución de protección resulta práctica también en entornos en los que no sólo se desea proteger mercancía, sino documentos y objetos de valor en un área específica, por lo que su uso se ha popularizado en diferentes sectores.
En términos generales, existen dos maneras en que estos sistemas funcionen, y como ya hemos comentado, es conveniente evaluar las necesidades específicas del entorno en que se desean implementar para elegir la que resulte más adecuado, pues cada uno de ellos tiene aplicaciones y recomendaciones de uso específicas. El factor más importante para determinar el sistema más conveniente es el tipo de mercancía que se comercializa y la actividad económica del establecimiento, y se recomienda consultar a un especialista en la materia para recibir asesoría en la toma de decisión, pues de las características del sistema depende su efectividad.
Por un lado existen las alarmas de etiqueta magnética. Este tipo de alarmas antirrobo son muy efectivas y su uso se ha expandido globalmente por su gran versatilidad. Un sistema basado en alarmas de este tipo requiere que a la mercancía se le coloquen etiquetas con barras lectoras de tipo magnético que se registran en el sistema, de modo que cuando se detecta que la barra magnética que pasa por los sensores de la puerta principal o del área de control no ha sido bloqueada, se activa la sirena de la alarma con la que se alerta a los encargados de vigilancia o a los propietarios del negocio la posibilidad de que algún artículo haya sido extraído sin haber sido cancelado, ya sea por robo o porque no se canceló el producto debidamente en el área de cajas.
Otro tipo de alarmas son las que funcionan por la detección de broches o ganchos que se coloca en la mercancía que sólo se pueden extraer con ayuda de una máquina especial. El modo de funcionamiento es igual al sistema anterior, lo único que varía es el tipo de elemento de identificación utilizado en la mercancía. Este sistema es de gran utilidad para negocios en los que se comercializan productos de mayor tamaño y en los que no se cuenta con elementos de vigilancia, pues elimina los riesgos de que las etiquetas se despeguen de los productos. En futuras publicaciones en el blog de Taltix hablaremos a mayor detalle acerca de la tecnología utilizada en el diseño de las etiquetas y del funcionamiento de los componentes en un sistema de alarmas para la prevención de pérdidas en negocios comerciales.
Para conocer más acerca de los sistemas de alarma antirrobo los invitamos a ponerse en contacto con nosotros, en Taltix somos expertos en soluciones en prevención de pérdidas para negocios de diferentes sectores y con gusto les brindaremos la asesoría que necesitan para la elección del sistema que les convenga más.
