Por algún motivo que se ha encontrado entre citas y novelas con personajes cleptómanos de historias, se cree que el robo de libros puede ser perdonado y se dota de un sentido romántico y casi heroico, pues se apela a que el conocimiento no debe de tener un precio y que debe ser para todos, sí suena lindo pero la realidad es otra, el robo de libros es un delito y muchas personas dependen de los ingresos que estos generan por su compra, incluyendo los autores que tanto gozamos leyendo.
Las librerías comienzan a verse tan afectadas por la ola de asaltos hormiga como las tiendas departamentales, el robo a librerías y bibliotecas va en alza y es un tema que no se puede negar, estos comercios sufren desde pequeños hurtos realizados por estudiantes que creen que no es realmente un delito pues no cuentan con el presupuesto para obtenerlo, hasta grupos organizados que no solo están perfectamente organizados en el modo hormiga, también asaltan unidades móviles enteras de camiones que transportan libros hacia los puntos de venta.
La temporada de ilícitos más grande comienza a finales de las vacaciones de verano y en las fechas decembrinas, pues estas fechas son las que mayor demanda tiene el mercado de la venta de libros. Muchos de estos libros robados podemos encontrarlos en puestos ambulantes, o por ventas personales por medio de páginas web.
A parte de las librerías, las instituciones que sufren cada día pérdidas significativas en su acervo son la bibliotecas, estas instituciones que comparten gratuitamente el conocimiento de todas las ramas se ven mermadas por las manos de los amantes de lo ajeno, que lejos de conservar en su casa los libros sustraídos para su crecimiento personal, los re venden haciendo de esto un negocio redituable.
Antes era común entrar a una biblioteca sin la necesidad de pasar por el escrutinio de los arcos de seguridad para bibliotecas, no había códigos de barra en los libros y bastaba con la buena fe del bibliotecario y una copia de tu credencial para poder sacar el libro que necesitabas. Ahora se ha introducido un sistema de arcos de seguridad con el fin de terminar con los robos a estas instituciones.
Si bien el avance tecnológico en la digitalización de la información ha ayudado a evitar que el robo crezca, aún se sigue incurriendo en esta falta, pues en estas instituciones podemos encontrar ejemplares difíciles de conseguir, y los ladrones cada vez son más conscientes del valor histórico y monetario que un ejemplar resguardado por algún archivo bibliotecario pueda tener.
Un claro ejemplo de esta problemática es la biblioteca de la Universidad de Guadalajara, esta institución ha perdido alrededor de 42 mil ejemplares desde principios del año 2000, este comportamiento ha crecido en la última década, simplemente en el año 2009, la biblioteca registró pérdidas de cinco mil ochocientos libros de su colección.
Se cree que cada año las bibliotecas pierden alrededor de 10 mil ejemplares, y para ellas es muy difícil conseguir de nuevo la colección que ha sido robada, los ejemplares provienen de donaciones y muchos de ellos han dejado de ser publicados por lo que no solo pierde la biblioteca, sino también los usuarios que requieren de la fuente de esos libros para poder estudiar y realizar algún proyecto.
La implementación de sistemas de seguridad como los arcos de seguridad para bibliotecas, cámaras de seguridad, circuitos CCTV y un buen manejo de inventarios, son esenciales para el resguardo del archivo de toda biblioteca.
Es importante tener un buen control de seguridad y no fiarnos en los empleados a los que se les asigna la tarea de estar tras de los clientes que visiten el espacio de la librería ya sea para consulta o venta, pues esta actividad resulta bastante molesta para el visitante y puede que no regrese por sentirse acosado y tratado como delincuente, además de que no es efectivo, pues los que realmente roban no son detectados.
Es por eso que la implementación de tiras magnéticas con códigos y un arco de seguridad será la única manera de frenar el robo a pequeña y gran escala tanto en las librerías como en las bibliotecas. Es importante actualizarse en todos los sentidos y hacer de la tecnología un aliado para preservar el archivo que será de utilidad para muchas generaciones más.
En internet podemos encontrar infinidad de páginas que te enseñan trucos y te dan tips para poder robar en cualquier librería y biblioteca, pues aún creen en el sentido justo y romántico del hurto de libros y lo sienten como un derecho sobre el conocimiento.
Estos tips van desde cómo distraer al encargado de tienda, cuántos elementos necesitas en tu equipo para un óptimo robo, cómo quitar cintas magnéticas de seguridad en los libros, hasta como ir vestidos para no levantar sospechas. Las ferias de libros son también un blanco fácil para el robo de libros, pues al ser bastante concurridas puede sustraerse cualquier ejemplar y mutilarse para evitar los sensores de seguridad.
En últimas fechas estos espacios también han recurrido a la implementación de arcos de seguridad para bibliotecas, pues es una manera eficaz de detectar a tiempo cualquier intento de hurto y un aliado indispensable para el equipo de seguridad, que solos no podrán contener a todos los visitantes. Si quieres resguardar de manera eficaz y exitosa el archivo de tu biblioteca o librería, no dudes en acercarte a TALTIX, somos los mejores en sistemas de prevención de pérdidas, podremos asesorarte para que escojas el método de seguridad que se adapte a tus necesidades, no escatimes en la seguridad y deja de perder tu valioso acervo.
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